Los analgésicos son medicamentos que ayudan a reducir el dolor bloqueando las señales al cerebro o cambiando cómo el cerebro percibe el dolor. Hay diferentes tipos, como los antiinflamatorios (como el ibuprofeno), los opiáceos (como la morfina), y otros que se usan junto con otros medicamentos para mejorar su efectividad. Es esencial usarlos bajo supervisión médica para evitar problemas.
Los antibióticos son medicamentos que combaten infecciones bacterianas al matar las bacterias o inhibir su crecimiento. Son utilizados para tratar una amplia variedad de enfermedades infecciosas, desde infecciones simples hasta enfermedades graves como neumonía o septicemia. Es crucial seguir las indicaciones médicas al usar antibióticos para asegurar su efectividad y prevenir resistencias bacterianas
Los anticonceptivos son métodos o sustancias diseñados para evitar el embarazo al interferir con los procesos de fertilización del óvulo por el espermatozoide o de implantación del óvulo fecundado en el útero. Pueden incluir desde dispositivos como el condón o el DIU, hasta hormonas en forma de píldoras, parches o inyecciones, que regulan el ciclo menstrual y evitan la ovulación.
Los medicamentos oftalmológicos son aquellos diseñados para tratar condiciones oculares específicas, como infecciones, inflamaciones, glaucoma, o sequedad ocular. Pueden administrarse en forma de gotas, ungüentos o incluso en forma de comprimidos en algunos casos, para tratar problemas que afectan a los ojos y a la visión.
Los antimicóticos son medicamentos utilizados para tratar infecciones causadas por hongos. Estos fármacos actúan inhibiendo el crecimiento o eliminando los hongos que causan diversas enfermedades, como candidiasis, tiñas, o infecciones por hongos en las uñas. Pueden administrarse por vía tópica (cremas, ungüentos), oral (tabletas, cápsulas) o incluso por vía intravenosa en casos más severos.
Los antihistamínicos son fármacos utilizados principalmente para aliviar los síntomas causados por reacciones alérgicas. Actúan bloqueando los efectos de la histamina, una sustancia química liberada por el sistema inmunitario en respuesta a una alergia. Los antihistamínicos pueden reducir síntomas como estornudos, picazón, congestión nasal y ojos llorosos. También se utilizan a veces para tratar otras condiciones, como el insomnio o ciertos tipos de mareos. Están disponibles en formas como tabletas, jarabes, aerosoles nasales y cremas tópicas, dependiendo de la indicación específica.
Los desparasitantes son medicamentos diseñados para eliminar parásitos del cuerpo humano o animal. Estos parásitos pueden incluir helmintos (gusanos intestinales), protozoos y ectoparásitos como piojos y ácaros. Los desparasitantes actúan de diferentes maneras, dependiendo del tipo de parásito, pero su objetivo principal es erradicar la infección parasitaria y sus efectos adversos en la salud del hospedero. Estos medicamentos pueden administrarse por vía oral, tópica o parenteral, según la naturaleza y ubicación del parásito.
Los antiácidos son medicamentos utilizados para neutralizar o reducir el ácido gástrico en el estómago. Esto ayuda a aliviar síntomas como acidez estomacal, indigestión ácida y malestar estomacal. Los antiácidos funcionan aumentando el pH del contenido ácido del estómago, lo que puede aliviar temporalmente los síntomas asociados con el exceso de ácido, como el ardor de estómago. Estos medicamentos suelen estar disponibles en forma de tabletas, líquidos o tabletas efervescentes, y pueden contener ingredientes como carbonato de calcio, hidróxido de magnesio, bicarbonato de sodio y alginato, entre otros.
Los mucolíticos son medicamentos diseñados para ayudar a disolver y fluidificar las secreciones mucosas espesas y pegajosas que se acumulan en las vías respiratorias. Estas secreciones pueden ser producidas como resultado de condiciones como el resfriado común, la gripe, la bronquitis crónica o la fibrosis quística. Los mucolíticos actúan rompiendo las fibras de mucosidad, lo que facilita su eliminación a través de la tos y mejora la respiración. Estos medicamentos pueden administrarse por vía oral, inhalatoria o a veces por vía intravenosa, dependiendo de la gravedad de la condición y la preferencia del tratamiento.
Los antiespasmódicos son fármacos que se utilizan para aliviar o prevenir los espasmos musculares involuntarios. Estos espasmos pueden ocurrir en varios músculos del cuerpo, pero comúnmente afectan los músculos del tracto gastrointestinal, como el colon o los músculos lisos del útero. Los antiespasmódicos funcionan relajando estos músculos y ayudando a reducir la intensidad y la frecuencia de los espasmos.
Las vitaminas son compuestos orgánicos esenciales que el cuerpo humano necesita en cantidades pequeñas para mantenerse saludable. Cumplen roles clave en el metabolismo, la función inmunológica y otros procesos vitales, ayudando a asegurar el funcionamiento adecuado del organismo.